26.3.08


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Sale entre las plumas de un jilguero, se asoma y huye entre arrumacos con el viento, vuela dócil por el aire, atraviesa todas las miradas. De a poco va perdiendo altura, va borracha como en un zigzag intempestivo, cae como las gotas cuando los árboles lloran el fin de la lluvia, cae en un silencio asombroso.
Sobre el suelo se erigen dos almas inseparables, van de la mano siguiendo una línea de sol, como resguardándose del frío; van observando el tiempo.
El instante es aquel donde se alinean las situaciones, se encuentran con una casualidad tan natural como necesaria, el viento determina que en ese segundo deben atinarse.
Ahora va a aterrizar en la cabeza de una de ellas, va a depositarse frente a la mirada de la otra, quien con una suave caricia la aleja de su nariz para que de una vez por todas termine apostada sobre el suelo, de panza al sol.
Las almas siguen su camino, con el frío apaciguado, con el calor brotando.
Ahí, donde nadie se fija, donde una imagen es más que una pintura sincera, ahí es donde pocos se enteran el motivo de la historia.-
Alejandro Mogliatti

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola... soy Mónica La fabulosa.. con "pACHU" no entendimos bien tus escritos... nos pareció que tenía 2 aristas interesantes o bueno, 2 algo que zigzageaban y brotaban y flotaban?.. besos, esperamos ansiosas brownies del Divino!!!!!!!!!!!!!!! nos vemos (todo el año).